En unos cinco minutos James apareció en mi puerta.
-¿Cual es el problema? ¿Qué te ha pasado en la cara?- dijo frunciendo el ceño con la ultima pregunta.
- Siéntate y te lo contaré- dije conduciéndonos a la sala.
Le conté como me había enamorado de él, que me drogaron y por culpa de eso le transformé, como no me hacia caso, volvía lleno de sangre y el aumento de muertos de la zona.
- Primero, hemos descubierto que la droga de la violación causa ese efecto en nosotros- su cara se tornó sombría- debes tener mas cuidado.
- Lo siento, no pensé que algo así nos pudiese afectar- me sentía culpable por haberme bebido la copa sabiendo que le habían echado algo.
-Segundo, ¡como se te ocurre transformar a alguien cercano! ya que la droga que tomaste tuvo la culpa esta vez no te pasara nada pero como vuelvas a hacerlo tendré que matarte- un escalofrió me recorrió la espalda.
-Yo...- perdí la voz y el hilo de mis pensamientos cuando su mirada se centró en mí
-Tercero, tu has provocado este problema y tu tendrás que terminarlo- su expresión volvió a ser la de siempre- te ayudaremos a capturarlo.
-Espero ser capaz- dije temiendo lo que tendría que hacer.
-Tendrás que serlo, Cuarto- su voz se fue suavizando mientras su mano se postraba en mi mejilla- ¿por que no me has dicho lo que te ha pasado en la ceja?
- Solo ha sido un accidente- dije mientras intentaba apartas la mirada.
-No se te ocurra mentirme Debora- dijo agarrándome la cara para que tuviese que mirarlo a los ojos.
-Me empujo y al caer me partí la ceja pero no ha sido aposta- dije excusando le- ya había pasado otras veces desde que se transformó pero siempre se preocupaba por mi y volvía con regalos para que me sintiese mejor.
- No se te ocurra excusarlo- parecía enfadado- no pienso permitir que te ponga un dedo encima.
Me gusto que fuese tan protector conmigo. En cuanto terminamos de hablar salimos a buscarlo.
Le encontramos en un parque sentado en un banco. Nos escondimos detrás de unos arboles y James dio la orden para rodear lo, mientras esperábamos a que confirmasen su posición vimos a una mujer joven paseando hacia él. La confirmación llego cuando él ya estaba a su lado, era tarde para ella, me gire para no ver lo que le iba a hacer a aquella mujer mientras James y los otros se acercaban a el para capturarlo, podía oír los gritos de ella retumbar en mis oídos mientras miraba fijamente a un arbusto cuando me fije en las horrorosas vistas que había justo debajo. Había una mujer partida por la mitad, le habían quitado los órganos y había sangre por todas partes, me horrorizaba pensar en lo que había convertido al hombre que amaba.
En cuanto le cogieron le dieron un buen golpe y lo dejaron inconsciente. lo metimos en el maletero del coche y nos dirigimos a la cabaña. Cuando llegamos él todavía no había despertado, lo llevamos dentro, lo desnudamos y lo atamos a una "X" gigante con esposas que antes no estaba. James me llevo fuera para que tomase el aire mientras dos hombre lo vigilaban.
-No dejes que vea que te afecte si no te manipulara- su voz sonaba tan melancólica- es lo malo de transformar a alguien cercano, saben tus puntos débiles y los utilizaran para destrozarte.
-Ahora ya se por que no se debe transformar a alguien cercano- en cuanto lo dije me entro la risa tonta- Jajaja se ve que no acierto jajaja primero la vegetariana y luego esto jajaja.
James me abrazo, había mirado a través de mi fachada de risas y me había visto llorar por dentro. Me abrazo hasta que el hombre al que quería empezó a gritar.
-¿No sabéis quien soy?¡os comeré a todos!- se callo al verme entrar a la cabaña
Los hombre habían preparado una mesa llena de instrumentos. Por el estado de su cuerpo los otros habían empezado sin nosotros. James se acerco a la mesa y empezó ha hablar.
-Esta señorita nos ha dicho que nos has estado poniendo en peligro a todos saliendo a...- los gritos de mi querido interrumpieron la frase.
-Cariño, ¿que pasa aquí? ayúdame a ...- su frase también había sido interrumpida por su propio grito de dolor.
James había cogido una vara y le había azotado en las costillas con el. Dejo la vara en la mesa y cogió unas tenazas.
- Espero que así aprendas a callarte- cogió un látigo de siete puntas con anzuelos en ellas con la otra mano- si no la siguiente sera con esto- su sonrisa le heló la sangre- ya que ponernos en peligro te da igual ¿por que has abusado de ella?- dijo señalándome con las tenazas.
-Lo que pasa dentro de una pareja no te incumbe- dijo pavoneándose- pienso comeros a todos en cuanto me soltéis.
James y el resto de hombre estallaron en risas. Se dieron cuenta de que no sabia que podía morir.
-Nunca saldrás de aquí con vida- dijo cuando pudo parar de reír- y aun menos después de pegarle, los hombre que pegan a sus mujeres dejan de necesitar esto.
Le corto sus partes con las tenazas y la cabaña se lleno del grito de dolor. James dejo las tenazas en el suelo y le paso al hombre de su lado un cuchillo. Aunque le hubiesen cortado sus partes el seguía teniendo agallas.
-Pienso darle una paliza en cuanto os mate a todos- aunque empezó a reírse su risa fue cortada por su propio grito cuando los anzuelos del látigo desgarraban su carne.
-Acabemos cuanto antes- el hombre de su lado le izo una incisión bajo las costilla mientras el gritaba como un cerdo- Debora, haz lo que debes hacer antes de que se cierre la herida.
Metí mi mano por la herida y cogí su corazón, al mirarle a la cara las lagrimas brotaron de mis ojos.
-No puedo hacerlo-dije mirándole a James.
-Claro que no cariño- dijo sonriendo dulcemente- me quieres tanto que nunca me harías daño.
-Puedes hacerlo- James me miró a los ojos y eso me trasmitió confianza- acuérdate de las veces que te ha pegado y empujado, sobre todos acuérdate de hoy que te ha dejado sangrando en la cocina para comerse a mujeres jóvenes por el parque.
-Hay algo que no te he enseñado-le dije mirándole a los ojos mientras la imagen de la mujer partida por la mitad venia a mi mente- así es como pueden matarnos- tire de su corazón sintiéndome aliviada de haberlo liberado de su locura.
-¡SERÁS PUTA!- fueron sus ultimas palabras.
Con su corazón todavía en la mano me giré y abracé a James. No podía aguantar mas mis lagrimas y llore en su hombro mientras daba ordenes a sus hombres.
-Suelta su corazón y vayámonos a casa- dijo conduciéndome hasta la salida.
Me llevo a casa, me quito la ropa sucia y me limpio mientras lloraba en la ducha. Cuando me calme me dijo que tenia que irse y me acompaño a la puerta.
-Toma- me tendió una tarjeta con su nombre, en esta las letras eran negras y no doradas.
-Ya tengo tu número- dije extrañada.
-No este- estaba usando una voz tan dulce conmigo- este es mi numero privado llámame siempre que quieras.
-Gracias- dije mientras mi mejillas se sonrosaban y mi corazón palpitaba.
-Es mi deber- fue lo último que dijo antes de irse.
Aunque habíamos echo cosas peores que me tratase de esa manera dan dulce y delicada había que mi corazón latiese mas fuerte.
-¿Cual es el problema? ¿Qué te ha pasado en la cara?- dijo frunciendo el ceño con la ultima pregunta.
- Siéntate y te lo contaré- dije conduciéndonos a la sala.
Le conté como me había enamorado de él, que me drogaron y por culpa de eso le transformé, como no me hacia caso, volvía lleno de sangre y el aumento de muertos de la zona.
- Primero, hemos descubierto que la droga de la violación causa ese efecto en nosotros- su cara se tornó sombría- debes tener mas cuidado.
- Lo siento, no pensé que algo así nos pudiese afectar- me sentía culpable por haberme bebido la copa sabiendo que le habían echado algo.
-Segundo, ¡como se te ocurre transformar a alguien cercano! ya que la droga que tomaste tuvo la culpa esta vez no te pasara nada pero como vuelvas a hacerlo tendré que matarte- un escalofrió me recorrió la espalda.
-Yo...- perdí la voz y el hilo de mis pensamientos cuando su mirada se centró en mí
-Tercero, tu has provocado este problema y tu tendrás que terminarlo- su expresión volvió a ser la de siempre- te ayudaremos a capturarlo.
-Espero ser capaz- dije temiendo lo que tendría que hacer.
-Tendrás que serlo, Cuarto- su voz se fue suavizando mientras su mano se postraba en mi mejilla- ¿por que no me has dicho lo que te ha pasado en la ceja?
- Solo ha sido un accidente- dije mientras intentaba apartas la mirada.
-No se te ocurra mentirme Debora- dijo agarrándome la cara para que tuviese que mirarlo a los ojos.
-Me empujo y al caer me partí la ceja pero no ha sido aposta- dije excusando le- ya había pasado otras veces desde que se transformó pero siempre se preocupaba por mi y volvía con regalos para que me sintiese mejor.
- No se te ocurra excusarlo- parecía enfadado- no pienso permitir que te ponga un dedo encima.
Me gusto que fuese tan protector conmigo. En cuanto terminamos de hablar salimos a buscarlo.
Le encontramos en un parque sentado en un banco. Nos escondimos detrás de unos arboles y James dio la orden para rodear lo, mientras esperábamos a que confirmasen su posición vimos a una mujer joven paseando hacia él. La confirmación llego cuando él ya estaba a su lado, era tarde para ella, me gire para no ver lo que le iba a hacer a aquella mujer mientras James y los otros se acercaban a el para capturarlo, podía oír los gritos de ella retumbar en mis oídos mientras miraba fijamente a un arbusto cuando me fije en las horrorosas vistas que había justo debajo. Había una mujer partida por la mitad, le habían quitado los órganos y había sangre por todas partes, me horrorizaba pensar en lo que había convertido al hombre que amaba.
En cuanto le cogieron le dieron un buen golpe y lo dejaron inconsciente. lo metimos en el maletero del coche y nos dirigimos a la cabaña. Cuando llegamos él todavía no había despertado, lo llevamos dentro, lo desnudamos y lo atamos a una "X" gigante con esposas que antes no estaba. James me llevo fuera para que tomase el aire mientras dos hombre lo vigilaban.
-No dejes que vea que te afecte si no te manipulara- su voz sonaba tan melancólica- es lo malo de transformar a alguien cercano, saben tus puntos débiles y los utilizaran para destrozarte.
-Ahora ya se por que no se debe transformar a alguien cercano- en cuanto lo dije me entro la risa tonta- Jajaja se ve que no acierto jajaja primero la vegetariana y luego esto jajaja.
James me abrazo, había mirado a través de mi fachada de risas y me había visto llorar por dentro. Me abrazo hasta que el hombre al que quería empezó a gritar.
-¿No sabéis quien soy?¡os comeré a todos!- se callo al verme entrar a la cabaña
Los hombre habían preparado una mesa llena de instrumentos. Por el estado de su cuerpo los otros habían empezado sin nosotros. James se acerco a la mesa y empezó ha hablar.
-Esta señorita nos ha dicho que nos has estado poniendo en peligro a todos saliendo a...- los gritos de mi querido interrumpieron la frase.
-Cariño, ¿que pasa aquí? ayúdame a ...- su frase también había sido interrumpida por su propio grito de dolor.
James había cogido una vara y le había azotado en las costillas con el. Dejo la vara en la mesa y cogió unas tenazas.
- Espero que así aprendas a callarte- cogió un látigo de siete puntas con anzuelos en ellas con la otra mano- si no la siguiente sera con esto- su sonrisa le heló la sangre- ya que ponernos en peligro te da igual ¿por que has abusado de ella?- dijo señalándome con las tenazas.
-Lo que pasa dentro de una pareja no te incumbe- dijo pavoneándose- pienso comeros a todos en cuanto me soltéis.
James y el resto de hombre estallaron en risas. Se dieron cuenta de que no sabia que podía morir.
-Nunca saldrás de aquí con vida- dijo cuando pudo parar de reír- y aun menos después de pegarle, los hombre que pegan a sus mujeres dejan de necesitar esto.
Le corto sus partes con las tenazas y la cabaña se lleno del grito de dolor. James dejo las tenazas en el suelo y le paso al hombre de su lado un cuchillo. Aunque le hubiesen cortado sus partes el seguía teniendo agallas.
-Pienso darle una paliza en cuanto os mate a todos- aunque empezó a reírse su risa fue cortada por su propio grito cuando los anzuelos del látigo desgarraban su carne.
-Acabemos cuanto antes- el hombre de su lado le izo una incisión bajo las costilla mientras el gritaba como un cerdo- Debora, haz lo que debes hacer antes de que se cierre la herida.
Metí mi mano por la herida y cogí su corazón, al mirarle a la cara las lagrimas brotaron de mis ojos.
-No puedo hacerlo-dije mirándole a James.
-Claro que no cariño- dijo sonriendo dulcemente- me quieres tanto que nunca me harías daño.
-Puedes hacerlo- James me miró a los ojos y eso me trasmitió confianza- acuérdate de las veces que te ha pegado y empujado, sobre todos acuérdate de hoy que te ha dejado sangrando en la cocina para comerse a mujeres jóvenes por el parque.
-Hay algo que no te he enseñado-le dije mirándole a los ojos mientras la imagen de la mujer partida por la mitad venia a mi mente- así es como pueden matarnos- tire de su corazón sintiéndome aliviada de haberlo liberado de su locura.
-¡SERÁS PUTA!- fueron sus ultimas palabras.
Con su corazón todavía en la mano me giré y abracé a James. No podía aguantar mas mis lagrimas y llore en su hombro mientras daba ordenes a sus hombres.
-Suelta su corazón y vayámonos a casa- dijo conduciéndome hasta la salida.
Me llevo a casa, me quito la ropa sucia y me limpio mientras lloraba en la ducha. Cuando me calme me dijo que tenia que irse y me acompaño a la puerta.
-Toma- me tendió una tarjeta con su nombre, en esta las letras eran negras y no doradas.
-Ya tengo tu número- dije extrañada.
-No este- estaba usando una voz tan dulce conmigo- este es mi numero privado llámame siempre que quieras.
-Gracias- dije mientras mi mejillas se sonrosaban y mi corazón palpitaba.
-Es mi deber- fue lo último que dijo antes de irse.
Aunque habíamos echo cosas peores que me tratase de esa manera dan dulce y delicada había que mi corazón latiese mas fuerte.
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