28 de julio de 2015

Da por culo hasta morirse.

Hay gente que tiene la habilidad de empeorar cualquier situación.
El día antes de encontrar a mi padre en su cuarto, le había acompañado al medico para que le cortasen la uña que se le había metido en el dedo y se le había infectado. habíamos quedado para comer pero me fui pronto porqué él tenia una ligera gastroenteritis y habíamos quedado el día siguiente para hacer la compra.
Al día siguiente le llame varias veces para saber a que hora ir, como no contesto supusimos que estaría durmiendo la siesta. Mikel estaba cansado de trabajar por lo que no quería acompañarme y como no quería ir sola no fui. Al ver que a la noche no contestaba ni llamaba de vuelta fuimos a su casa, tenia miedo de que volviese a estar en la UVI como había pasado hace unos años que casi se murió después de que le operasen de un hernia. Al encontrarlo Mikel llamo a urgencias ya que yo no me sentía capaz de decir en voz alta que estaba muerto (no se si no era capaz o simplemente no me lo quería creer), él le dijo a la de urgencias que estaba frió, pálido, rígido y que no respiraba, ella insistía en preguntar si estaba consciente hasta que Mikel se armo de valor y dijo que estaba muerto.
Los de la ambulancia llamaron al forense (la de urgencias no lo hizo y eso que dijo que lo haría) y me comunicaron que murió mientras dormía por la tarde, vamos que me mintieron para hacerme sentir "mejor" (Él nunca dormía en esa posición ya que decía que no podía respirar bien, la linterna que solía estar en la estantería sobre el estaba en el suelo y al día siguiente vimos que seguía teniendo las pastillas de la mañana en el pastillero) lo mas seguro es que le diese un infarto.
Y como con todo eso se ve que no se me había jodido suficiente el día llego el de la funeraria (si se os muere alguien no vayáis a funeraria vascongada) exigiendo sentarse cuando era obvio que no había espacio para sentarse, el hombre siguió exigiendo su asiento hasta que le dije "puedes sentarte en el váter" y Mikel dijo "o al lado del muerto" entonces se puso blanco y se dio cuenta de su falta de tacto (no pidió perdón). Le pedimos el presupuesto  y nos mintió ( o nos cobraron de más) ya que nos terminaron cobrando 200 euros de más. Le dijimos que no queríamos nada religioso por lo que los cabrones le pusieron una cruz enorme en la caja y una pequeña cruz de madera en el pecho (los dos con Jesús y todo, daban ganas de meterles por el culo la cruz).Y cuando recogimos las cenizas no nos pidieron ningún justificante ni nada (vamos que podía pasar cualquiera a recogerle incluso el vagabundo de la esquina).
 Al no tener trabajo pedí una ayuda para poder pagar el funeral, el estado me concedió 46€ para cubrir el funeral mas barato que fue de 2010€. Dos de mis hermanos no me han pagado su parte todavía (ponen de excusa que no estuvieron en el funeral, es una excusa porque no quisieron venir), mi madre (estaban divorciados) tuvo que prestarme el dinero para no ser una morosa.
Uno ya no puede ni morirse tranquilo.

21 de julio de 2015

Visitante inesperado.

Nos encontramos dos días seguidos un murciélago entre mi ventana y mi persiana, mi madre lo cogió con un pañuelo dos veces y lo dejo volar por la ventana.
Mientras cenábamos deje la ventana abierta para ventilar. Mientras Mikel fregaba fui a tumbarme a la cama cuando al entrar en mi cuarto vi una cosa negra volando hacia mi, grite al verlo y corrí a esconderme al baño. Mikel pensando que habría pasado algo grave me pregunto que había pasado, al decirle que había sido un murciélago se echo a reír. Él todo varonil cogió la toalla de la cocina para coger al murciélago y hacer lo de las dos ultimas veces, me encerré en la cocina con el gato que dormía bajo la mesa ajeno a todo. Cuando encendió la luz del pasillo el murciélago fue directo hacia su cara (parecía que intentaba atacarle ya que cargo hacia su cara varias veces asta que lo aturdió), él grito y agito la toalla asta darle una vez y poder cerrar la puerta (no hay manera varonil de enfrentarte a algo que va volando hacia tu cara) se dio un par de veces contra la puerta de crista y paro. Mikel Cogió dos tapas de sartenes para espantarlo con el ruido (cosa que asusto al gato), sin abrir la puerta hizo ruido para probar y el murciélago se dio contra la puerta a la altura de su cara (parecía que el ruido lo atrajese en ved de espantarlo). Le pase unas manoplas de horno para abrir un poco la puerta y encender las luces, como estaba volando en la sala Mikel decidió ponerse un albornoz y cerrar la puerta de mi cuarto para que pudiese salir por la ventana de la cocina (el murciélago volvió a ir a por el mientras corría para hacerlo). Como al pasar un buen rato parecía que se había ido comprobó toda la casa para asegurarse de que no estaba. Encendí dos incienso por que había leído que no les gustaba el humo y puse ajo en la ventana (también lo había leído en internet). Para cuando espantamos al murciélago el gato nos miraba como si estuviésemos locos, si no pudiesen contagiar le algo hubiese dejado que se encargase él, ya se a comido un saltamontes y muchas moscas (le gusta patearlas, morderlas, escupir las y repetir el proceso hasta que se las come aun con vida).

Y hoy vuelve ha estar entre mi ventana y la persiana por lo que puedo suponer que el ajo no funciona. Tendré que ir a alguna tienda a comprar algo para espantarlo y que no vuelva.

15 de julio de 2015

El hambre 4

En unos cinco minutos James apareció en mi puerta.
-¿Cual es el problema? ¿Qué te ha pasado en la cara?- dijo frunciendo el ceño con la ultima pregunta.
- Siéntate y te lo contaré- dije conduciéndonos a la sala.
Le conté como me había enamorado de él, que me drogaron y por culpa de eso le transformé, como no me hacia caso, volvía lleno de sangre y el aumento de muertos de la zona.
- Primero, hemos descubierto que la droga de la violación causa ese efecto en nosotros- su cara se tornó sombría- debes tener mas cuidado.
- Lo siento, no pensé que algo así nos pudiese afectar- me sentía culpable por haberme bebido la copa sabiendo que le habían echado algo.
-Segundo, ¡como se te ocurre transformar a alguien cercano! ya que la droga que tomaste tuvo la culpa esta vez no te pasara nada pero como vuelvas a hacerlo tendré que matarte- un escalofrió me recorrió la espalda.
-Yo...- perdí la voz y el hilo de mis pensamientos cuando su mirada se centró en mí
-Tercero, tu has provocado este problema y tu tendrás que terminarlo- su expresión volvió a ser la de siempre- te ayudaremos a capturarlo.
-Espero ser capaz- dije temiendo lo que tendría que hacer.
-Tendrás que serlo, Cuarto- su voz se fue suavizando mientras su mano se postraba en mi mejilla- ¿por que no me has dicho lo que te ha pasado en la ceja?
- Solo ha sido un accidente- dije mientras intentaba apartas la mirada.
-No se te ocurra mentirme Debora- dijo agarrándome la cara para que tuviese que mirarlo a los ojos.
-Me empujo y al caer me partí la ceja pero no ha sido aposta- dije excusando le- ya había pasado otras veces desde que se transformó pero siempre se preocupaba por mi y volvía con regalos para que me sintiese mejor.
- No se te ocurra excusarlo- parecía enfadado- no pienso permitir que te ponga un dedo encima.
Me gusto que fuese tan protector conmigo. En cuanto terminamos de hablar salimos a buscarlo.
Le encontramos en un parque sentado en un banco. Nos escondimos detrás de unos arboles y James dio la orden para rodear lo, mientras esperábamos a que confirmasen su posición vimos a una mujer joven paseando hacia él. La confirmación llego cuando él ya estaba a su lado, era tarde para ella, me gire para no ver lo que le iba a hacer a aquella mujer mientras James y los otros se acercaban a el para capturarlo, podía oír los gritos de ella retumbar en mis oídos mientras miraba fijamente a un arbusto cuando me fije en las horrorosas vistas que había  justo debajo. Había una mujer partida por la mitad, le habían quitado los órganos y había sangre por todas partes, me horrorizaba pensar en lo que había convertido al hombre que amaba.
En cuanto le cogieron le dieron un buen golpe y lo dejaron inconsciente. lo metimos en el maletero del coche y nos dirigimos a la cabaña. Cuando llegamos él todavía no había despertado, lo llevamos dentro, lo desnudamos y lo atamos a una "X" gigante con esposas que antes no estaba. James me llevo fuera para que tomase el aire mientras dos hombre lo vigilaban.
-No dejes que vea que te afecte si no te manipulara- su voz sonaba tan melancólica- es lo malo de transformar a alguien cercano, saben tus puntos débiles y los utilizaran para destrozarte.
-Ahora ya se por que no se debe transformar a alguien cercano- en cuanto lo dije me entro la risa tonta- Jajaja se ve que no acierto jajaja primero la vegetariana y luego esto jajaja.
James me abrazo, había mirado a través de mi fachada de risas y me había visto llorar por dentro. Me abrazo hasta que el hombre al que quería empezó a gritar.
-¿No sabéis quien soy?¡os comeré a todos!- se callo al verme entrar a la cabaña
Los hombre habían preparado una mesa llena de instrumentos. Por el estado de su cuerpo los otros habían empezado sin nosotros. James se acerco a la mesa y empezó ha hablar.
-Esta señorita nos ha dicho que nos has estado poniendo en peligro a todos saliendo a...- los gritos de mi querido interrumpieron la frase.
-Cariño, ¿que pasa aquí? ayúdame a ...- su frase también había sido interrumpida por su propio grito de dolor.
James había cogido una vara y le había azotado en las costillas con el. Dejo la vara en la mesa y cogió unas tenazas.
- Espero que así aprendas a callarte- cogió un látigo de siete puntas con anzuelos en ellas con la otra mano- si no la siguiente sera con esto- su sonrisa le heló la sangre- ya que ponernos en peligro te da igual ¿por que has abusado de ella?- dijo señalándome con las tenazas.
-Lo que pasa dentro de una pareja no te incumbe- dijo pavoneándose- pienso comeros a todos en cuanto me soltéis.
James y el resto de hombre estallaron en risas. Se dieron cuenta de que no sabia que podía morir.
-Nunca saldrás de aquí con vida- dijo cuando pudo parar de reír- y aun menos después de pegarle, los hombre que pegan a sus mujeres dejan de necesitar esto.
Le corto sus partes con las tenazas y la cabaña se lleno del grito de dolor. James dejo las tenazas en el suelo y le paso al hombre de su lado un cuchillo. Aunque le hubiesen cortado sus partes el seguía teniendo agallas.
-Pienso darle una paliza en cuanto os mate a todos- aunque empezó a reírse su risa fue cortada por su propio grito cuando los anzuelos del látigo desgarraban su carne.
-Acabemos cuanto antes- el hombre de su lado le izo una incisión bajo las costilla mientras el gritaba como un cerdo- Debora, haz lo que debes hacer antes de que se cierre la herida.
Metí mi mano por la herida y cogí su corazón, al mirarle a la cara las lagrimas brotaron de mis ojos.
-No puedo hacerlo-dije mirándole a James.
-Claro que no cariño- dijo sonriendo dulcemente- me quieres tanto que nunca me harías daño.
-Puedes hacerlo- James me miró a los ojos y eso me trasmitió confianza- acuérdate de las veces que te ha pegado y empujado, sobre todos acuérdate de hoy  que te ha dejado sangrando en la cocina para comerse a mujeres jóvenes por el parque.
-Hay algo que no te he enseñado-le dije mirándole a los ojos mientras la imagen de la mujer partida por la mitad  venia a mi mente- así es como pueden matarnos- tire de su corazón sintiéndome aliviada de haberlo liberado de su locura.
-¡SERÁS PUTA!- fueron sus ultimas palabras.
Con su corazón todavía en la mano  me giré y abracé a James. No podía aguantar mas mis lagrimas y llore en su hombro mientras daba ordenes a sus hombres.
-Suelta su corazón y vayámonos a casa- dijo conduciéndome hasta la salida.
Me llevo a casa, me quito la ropa sucia y me limpio mientras lloraba en la ducha. Cuando me calme me dijo que tenia que irse y me acompaño a la puerta.
-Toma- me tendió una tarjeta con su nombre, en esta las letras eran negras y no doradas.
-Ya tengo tu número- dije extrañada.
-No este- estaba usando una voz tan dulce conmigo- este es mi numero privado llámame siempre que quieras.
-Gracias- dije mientras mi mejillas se sonrosaban y mi corazón palpitaba.
-Es mi deber- fue lo último que dijo antes de irse.
Aunque habíamos echo cosas peores que me tratase de esa manera dan dulce y delicada había que mi corazón latiese mas fuerte.

5 de julio de 2015

El hambre 3

En menos de 15 minutos apareció una furgoneta en mi puerta, James y dos desconocidos bajaron de ella. Entraron rápidamente y los dos desconocidos se pusieron a trabajar enseguida.
-¿Y que ha pasado?- dijo rompiendo el silencio.
-La muy imbécil era vegetariana y se negó a comer- me enfadé conmigo misma por tan mala elección.
-Jajajaja es increíble como resisten la tentación- hizo esa sonrisa que me ponía los pelos de punta- Es mejor matarlos directamente, si caen en la tentación se vuelven locos o sino terminan como la tuya. Esa gente no sirve ni para ganado.
Se fue riéndose al sótano.
- Por su estado se ve que llevabas tiempo intentando que funcionase- dijo analizando el cadáver.
En cuanto terminaron la limpieza se marcharon. Decidí seguir estando sola ya que mi primera elección fue un desastre.
A los pocos meses conocí a un hombre en un bar, era encantador. Me enamoré de él y aunque tenia miedo termine saliendo con el. Pasaron los meses he hicimos el amor, cuando me entraba hambre mordía la almohada para evitar morderle a él. La relación iba genial, evitaba horas en las que pudiese invitarme a comer e íbamos siempre a su casa para que no me descubriese mi alijo secreto del frigorífico. Sentía como si al fin hubiese conocido a mi alma gemela. Siempre comía antes de ir con el para evitar cualquier tentación.
Una noche quedamos en un bar, yo llegue diez minutos antes así que pedí una copa. El alcohol no nos afectaba y podíamos beberlo como si fuese agua. Él camarero hizo un movimiento extraño y vi burbujear algo en mi bebida pero no le di importancia ya que James me informó de que las drogas tampoco nos afectaban. Él apareció en cuanto me termine la copa, nos reímos de como los dos habíamos llegado antes y empezamos a contarnos como le había ido el día cuando empece a sentirme un poco rara.
-¿Por que no vamos a mi casa a pasarlo bien?- en cuanto lo dije me di cuenta de que algo estaba mal. Algo así no era propio de mi.
Para cuando llegamos a mi casa yo ya estaba afectada, parecía que me hubiesen tirado algo que si me afectaba en la bebida. Empezamos a besarnos nada mas entrar por la puerta, fuimos dejando las ropas por la escalera y nos tumbamos en la cama, mientras una de sus manos me provocaba un orgasmo la otra jugaba con mi pezón, cuando mi cuerpo temblaba de placer empece a sentir hambre, lo que me hubiesen echado en la bebido no me dejo controlarme y le mordí el cuello. Se desplomo sobre mi y perdí el sentido.
Cuando me desperté oí ruidos en la cocina, baje corriendo y le vi. Se estaba comiendo los órganos de mi frigorífico, el frigorífico abierto el suelo lleno de sangre y con tuppers vacíos desparramados por el.
-¡Oh mierda!- recordé todo lo que paso anoche- ¿Que he hecho? joder, joder, joder...
-Tenias que haberme echo esto antes- dijo con la boca llena de intestinos- es muy divertido comer- soltó una pequeña risotada.
Le pedí disculpas mil veces pero parecía no importarle. Intente educarlo como James había echo conmigo, pero no me hacia caso. Se escapaba por las noches y volvía lleno de sangre. Era obvio que ya no era el mismo. Pasaron las semanas y los asesinatos subieron por la zona. La prensa los catalogaba como ataques de animales salvajes, no podíamos seguir así. Un día decidí enfrentarme a el.
- Deja de escaparte, nos estas poniendo a todos en peligro- estaba muy enfadada.
- Que mas da si alguien se entera nos lo comemos y listo- sonrió de una manera sombría.
- Si no dejas de hacerlo tendré que tomar represalias- el parecía divertido con mi reacción.
-¿Y que vas ha hacer?¿matarme?- se echo a reír.
Él no sabía que podíamos morir ya que no había echo caso a ninguna de mis enseñanzas. Me empujó y caí al suelo, le dio igual que me hubiese partido la ceja y salio a cazar. Ya me había empujado otras veces desde que se transformo pero nunca había pasado de mi al ver que estaba herida. No sabia que hacer, no podía seguir así, aunque seguía enamorada de él era peligroso para todos y entonces me acordé de James. Saqué su tarjeta, marqué su teléfono y me armé de valor. Cogió al segundo tono.
- Hola, tengo un problema, ven rápido.
En cuanto lo dije colgó.