18 de julio de 2018

Cegada

Estoy caminando por la calle cuando la luz empieza a cegarme y el ruido empieza a abrumarme, casi no puedo mantener mis ojos abiertos y me tapo los oídos pero no parece aliviar el dolor, cuando noto un zona oscura a la vista y corro hacía ella. Sigo corriendo hasta que el estruendo desaparece y la única luz que hay es la de las estrellas, me tumbo en la hierba y me quedo allí dejando al tiempo pasar y el dolor desaparecer.

No se cuanto tiempo ha pasado pero empiezo oír una música dulce y agradable que me atrae, me levanto y empiezo a meterme por los arbustos para llegar hasta ella cundo empiezo ver una luz, al principio no veo nada ya que mis ojos no están acostumbrados. Después de unos minutos empiezo a ver un pequeño pueblecito lleno de animales que caminan erguidos y están vestidos. me quedo unos minutos observándoles vivir su vida cuando un pequeño zorro ve mi cara saliendo del arbusto y chilla, todos los animales se quedan quietos unos segundos, están horrorizados, intento tranquilizarles:

- No quiero haceros daño, me he perdido y os e encontrado sin querer- mi voz tiembla con cada palabra por alguna razón.

Sus pequeñas y adorables caras ahora están llenas de ira y empiezan a acercarse a mi a cuatro patas mientras algunos de ellos enseñan los dientes y gruñen, el miedo se apodera de mi y no puedo moverme. ¿Qué voy ha hacer? mientras intento pensar que hacer ellos se siguen acercando cuando se paran en seco, noto un aliento caliente y putrefacto en mi nuca. Se que es demasiado tarde, nada más pensar eso noto el golpe en mi cabeza...

No hay comentarios: