Había sido una semana muy ocupada en el que no había tenido tiempo de llorar a mi gato. Paseaba de vuelta a casa por el parque de siempre, sentía la luz de la luna sobre mi piel cuando me dio un escalofrío. Me sentía observada. Acelere el paso rezando para que nadie me atracase.
Para cuando llegue a casa me parecía una tontería la forma en la que me había puesto solo por imaginarme que me observaban. Cené tranquilamente, me tomé un vinito mientras veía la televisión.
Estaba lavándome los dientes antes de dormir cuando volvía a sentir que me observaban, gire la cabeza para mirar la oscuridad que debía de haber en el pasillo desde la puesta entre abierta y vi unos ojos amarillos. Pensé que era el gato así que seguí lavándome los dientes hasta que me acorde de que mi gato llevaba mas de una semana muerto, gire rápidamente la cabeza para encontrarme solo el pasillo a oscuras.
-¡Joder con el vinito! ahora hasta me imagino cosas- me dije a mi misma intentando tranquilizarme.
Debía de estar loca, primero imaginé que me observaban y después veía unos ojos. Estaba pensando en lo raro que se había vuelto el día cuando me senté en la cama y me dije.
-Ya vale de tonterías que mañana trabajas temprano- aunque lo dijese en alto seguía sin quitarme esa extraña sensación.
Justo cuando iba a meterme en la cama note que me agarraba la pierna una mano huesuda. Respire hondo para intentar tranquilizarme y la mano tiro. Intente agarrarme a algo mientras gritaba pero la mano era mas fuerte, ya me había metido debajo de la cama y mi parte inferior ya estaba dentro de un agujero que no recordaba tener, cuando oí como el vecino se quejaba y daba golpes en la pared para que me callase. Fue lo ultimo que oí ya que de un tirón me metió dentro de su mundo y no volví a salir jamas. Allí solo me esperaba dolor y miedo para el resto de la eternidad.
Para cuando llegue a casa me parecía una tontería la forma en la que me había puesto solo por imaginarme que me observaban. Cené tranquilamente, me tomé un vinito mientras veía la televisión.
Estaba lavándome los dientes antes de dormir cuando volvía a sentir que me observaban, gire la cabeza para mirar la oscuridad que debía de haber en el pasillo desde la puesta entre abierta y vi unos ojos amarillos. Pensé que era el gato así que seguí lavándome los dientes hasta que me acorde de que mi gato llevaba mas de una semana muerto, gire rápidamente la cabeza para encontrarme solo el pasillo a oscuras.
-¡Joder con el vinito! ahora hasta me imagino cosas- me dije a mi misma intentando tranquilizarme.
Debía de estar loca, primero imaginé que me observaban y después veía unos ojos. Estaba pensando en lo raro que se había vuelto el día cuando me senté en la cama y me dije.
-Ya vale de tonterías que mañana trabajas temprano- aunque lo dijese en alto seguía sin quitarme esa extraña sensación.
Justo cuando iba a meterme en la cama note que me agarraba la pierna una mano huesuda. Respire hondo para intentar tranquilizarme y la mano tiro. Intente agarrarme a algo mientras gritaba pero la mano era mas fuerte, ya me había metido debajo de la cama y mi parte inferior ya estaba dentro de un agujero que no recordaba tener, cuando oí como el vecino se quejaba y daba golpes en la pared para que me callase. Fue lo ultimo que oí ya que de un tirón me metió dentro de su mundo y no volví a salir jamas. Allí solo me esperaba dolor y miedo para el resto de la eternidad.